En el mundo de la gastronomía abundan las creencias que se transmiten de boca en boca sin contrastar. Y los embutidos ibéricos no se libran de ellas. Desde su valor nutricional hasta cómo disfrutarlos, existen muchos mitos que conviene desmontar.
En Ibéricos Pefrán creemos que parte de nuestro trabajo no es solo elaborar chorizo, lomo y salchichón ibérico de calidad, sino también ayudar a que consumidores, comercios y hosteleros entiendan mejor qué hay detrás de cada pieza.
Hoy te traemos cinco de esos mitos que deberías dejar atrás.
1. “Todos los ibéricos son iguales”
Nada más lejos de la realidad. Existen diferentes categorías de producto según la alimentación y el cuidado del animal: desde un cebo de calidad, como nuestra gama Héritage, hasta un bellota extra, como la gama Maestro. Y para los más foodies, las recetas innovadoras de la gama Innova, con ajo negro o trufa.
Cada gama tiene matices propios de sabor, aroma y textura. Reducirlo todo a “ibérico” es perderse la riqueza que hay detrás.
2. “El embutido ibérico es poco saludable”
Otro clásico. Aunque muchas veces se asocia el embutido con un exceso de grasa, lo cierto es que los ibéricos artesanos ofrecen proteínas de alta calidad y grasas saludables.
En Ibéricos Pefrán elaboramos nuestros productos con ingredientes naturales, sin gluten, sin lactosa y con aceite de oliva virgen extra, lo que los hace más digestivos y aptos para más personas.
Consumidos con moderación, forman parte de una dieta variada y equilibrada.
3. “Solo combinan con vino tinto”
El vino tinto es un maridaje clásico, sí. Pero no es el único. Un salchichón ibérico puede acompañar de maravilla a una cerveza artesana; el lomo ibérico realza su sabor con un cava; y un chorizo ibérico sorprende junto a un vermut o incluso una kombucha.
Los ibéricos son versátiles y se adaptan tanto a propuestas tradicionales como a tendencias modernas de consumo. Un argumento perfecto para hostelería y comercios que buscan diferenciarse.
4. “Se conserva igual en cualquier sitio”
Error habitual. Guardar un embutido ibérico en la nevera sin más no siempre es la mejor opción. Para mantener sus propiedades, conviene conservarlo en un lugar fresco y seco, protegido de la luz directa.
Una vez abierto, lo ideal es cubrir el corte con papel film o con la misma tripa y consumirlo en pocos días. Así garantizamos que mantenga todo su sabor y textura.
5. “Es un producto solo para ocasiones especiales”
El ibérico no es un lujo reservado a las grandes celebraciones. Claro que en Navidad o en una boda luce de maravilla, pero también puede ser el protagonista de un bocadillo gourmet en la oficina, un brunch con amigos o una cena rápida.
Los embutidos ibéricos, gracias a su formato versátil (sarta, cular, caña de lomo en loncheado), son perfectos para el día a día.
Mucho más que un producto: confianza y autenticidad
Los ibéricos arrastran muchos mitos, pero lo cierto es que hablamos de un producto con identidad, historia y un presente lleno de posibilidades. En Ibéricos Pefrán lo elaboramos con el mismo cuidado de siempre, adaptándonos a nuevos gustos sin perder la esencia.
Si eres consumidor, atrévete a disfrutarlos más allá de las ocasiones señaladas. Y si trabajas en hostelería o alimentación, recuerda que ofrecer un ibérico auténtico y bien explicado a tus clientes no es solo vender un producto: es transmitir confianza y calidad.
En Pefrán lo hacemos posible con nuestras tres gamas, que conservan el sabor de siempre, respetan la tradición y que son fruto de un trabajo hecho con el corazón. ¡Descubre nuestra selección!