Cuando hablamos de embutidos ibéricos, hay dos nombres que inevitablemente surgen por su arraigo, su versatilidad y su sabor inconfundible: el chorizo y el salchichón ibéricos.
En Ibéricos Pefrán, llevamos más de 30 años elaborando estos productos en Salamanca. Y si bien ambos embutidos comparten origen, hay matices en la elaboración, en los ingredientes, en la curación e incluso en el perfil sensorial que los hacen únicos.
Diferencias en la elaboración: textura y picado
- Chorizo ibérico: se elabora con un picado más grueso, lo que da lugar a una textura jugosa y una apariencia más rústica. La grasa y la carne se perciben a simple vista, y esto se traduce en un bocado con carácter.
- Salchichón ibérico: en este caso, el picado es fino y uniforme, lo que da como resultado una textura más compacta, ideal para lonchear de forma precisa y mantener la consistencia en cada corte.
El condimento que marca la diferencia
- Chorizo ibérico: debe su color rojo característico al pimentón, ingrediente esencial de su receta. En Pefrán empleamos pimentón de calidad, que aporta no solo color, sino también un sabor ahumado y profundo. El ajo y la sal completan este trío tradicional.
- Salchichón ibérico: se adereza principalmente con pimienta negra en grano, que le da ese punto especiado, equilibrado y ligeramente aromático. En algunas recetas también se incluyen especias como la nuez moscada o el clavo.
Curación: paciencia y precisión
La curación de los embutidos ibéricos no solo garantiza su conservación, también determina su textura, aroma y sabor. En Ibéricos Pefrán, cuidamos al máximo esta etapa, adaptando los tiempos según el tipo de embutido, la climatología y el calibre.
- El chorizo ibérico, al tener un picado más grueso y una composición diferente, suele alcanzar su punto óptimo en menos tiempo.
- El salchichón ibérico, al llevar un picado más fino y menor contenido de especias intensas, requiere generalmente un periodo de curación más largo para desarrollar todos sus matices.
Perfil sensorial: sabor y aroma
- Chorizo ibérico: presenta un sabor más rotundo, marcado por el pimentón y un toque ahumado. Es ideal para quienes buscan un embutido con personalidad y presencia en boca.
- Salchichón ibérico: es más suave, con notas especiadas y un fondo aromático delicado. Su elegancia lo convierte en un favorito en aperitivos y entornos donde se busca equilibrio.
En Ibéricos Pefrán, la tradición, la calidad y la pasión por la gastronomía se combinan para ofrecer embutidos ibéricos excelentes. Cada pieza de chorizo y salchichón ibérico es el resultado de décadas de experiencia, el cuidado de la raza ibérica y una alimentación de calidad.
Descubre la diferencia que marca nuestra dedicación y déjate seducir por la intensidad y el aroma de nuestros productos.